martes, 10 de julio de 2007

Puntapie #4 (EscrItOs)

Aqui estan los escritos del puntapie #4 tirado por Frank y aunque personalmente este no fue uno de mis puntapies favoritos, (eso a modo de opinion personal) fue sin embargo algo diferente. Frank, que al dia de hoy no a enviado nada acerca de este puntapie de su autoria nos dio guerra, ok.
Hubiera estado bueno recibir la participacion de la gente que estubo en un principio, o al menos un aviso de aquellos que no la siguen, no se, de ultima haberlo echos ustedes si algo no les gusto o les aburrio o criticar para mejorar, la cosa es que empezamos siendo dos, luego 7 luego 4, luego 2...Esto acaso es una señal? No que va!
Esto sigue en pie, para aquellos que vendran y los que estamos, quizas unos mas ocupados que otros o de viaje o de vacaciones o nada haciendo la tuya. Esto sigue en pie y el proximo puntapie le corresponde a LMG.


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"La lluvia y el frío no se sentían dentro de esa trinchera, las sensaciones que atravesaban su cuerpo parecían hacerlo ignorar las condiciones infrahumanas en las que se encontraba. Con hambre, los pies metidos en el barro, entre cadáveres ensangrentados, gritos, dolor, incertidumbre. Solo el y su AK-47, aferrado a ella como a los viejos recuerdos de su placentera vida junto a su familia en su apacible hogar; esperaba. De pronto, un grito rompe la tensa calma y desvanece sus pensamientos. Era el capitán: -¡Prepárense, ahí vienen! ¡Son ellos o ustedes!-"

Y fueron ellos…
Tras una explosión que acabo con todos allí dentro, Javier que se encontraba lejos de la entrada, cayo gravemente herido en su brazo, pero pudo sujetarse la herida y con un ardor intenso, se arrastro por entre los cuerpos, ahora de sus compañeros, y que algunos estaban desfigurados, otros en cambio, conservaban el ultimo gesto en la cara, pero habían perdido algún dedo o varios, o la mano, alguno de sus brazos, la pierna. Sangre, sangre y olor a piel quemada, sangre inútilmente derramada.
Javier no pensaba en otra cosa que salir de ese pozo en la tierra, por que se sentía asfixiado y apenas quedaba algo de oxigeno en ese lugar, el fuego y la explosión lo consumían todo. Estaba sin duda, escapándole a su entierro, a su muerte.

Agotado, con dolores en todo le cuerpo, ardores en el brazo, y mucho terror y desesperación consiguió salir de su fosa, y al mirar el cielo quiso acariciarlo y estirando su brazo sano, recordó su vida, fui en ese instante que entendió que no lograría despedirse de sus seres queridos personalmente.
Miraba el cielo y hablaba, decía cosas errantes.
Acariciaba con su mano el aire.
Había puesto su mano en el rostro de su madre;
-“Pronto mamá… el aire que me queda es poco… Cuanto dolor vieja te extraño mucho...”

Así murió Javier.


Al levantar mi mirada, observe mudo el campo de batalla y el regadero de cuerpos…
No pude ver en ese momento el daño que me causaría esa desgraciada escena…
No hubiera imaginado estar en este lugar recordando todo esto…



Alejandro Sautú

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"La lluvia y el frío no se sentían dentro de esa trinchera, las sensaciones que atravesaban su cuerpo parecían hacerlo ignorar las condiciones infrahumanas en las que se encontraba. Con hambre, los pies metidos en el barro, entre cadáveres ensangrentados, gritos, dolor, incertidumbre. Solo el y su AK-47, aferrado a ella como a los viejos recuerdos de su placentera vida junto a su familia en su apacible hogar; esperaba. De pronto, un grito rompe la tensa calma y desvanece sus pensamientos. Era el capitán: -¡Prepárense, ahí vienen! ¡Son ellos o ustedes!-"


A lo lejos se escuchaban gritos y explosiones. Compañeros caídos eran retirados y llevados a una enfermería improvisada mientras la tierra, la pólvora y la sangre se mezclaban.
De golpe, sin transición, aquello que se veía a cientos de metros se hizo más grande y más preciso y una horda de gentes sin rostro se abalanzó sobre esa hondonada que nadie quería defender pero que todos defendían. Porque ya no se trataba de un pozo embarrado ni de una bandera. Se trataba de ellos mismos. La lucha era por no morir.
Y entonces se despertó. Sentía un frío de tal inmensidad que no sólo los pies y las manos estaban entumecidos sino también cada uno de los músculos del cuerpo. Había transpirado durante el sueño y el descanso había sido malo. Muy malo. Seguía sintiendo el agotamiento de los nervios y esa tensión en la mandíbula. Sabía que tenía que relajarse.
Volvió a cerrar los ojos. Estaba con ella. Estaba en esos brazos que lo rodeaban con una castidad de primer amor sin desengaños. Veía su pelo enredarse en los botones de la funda del acolchado de plumas. Respiró profundo y sintió su perfume. Era el mismo de Juan. Era increíble cuánto le costaba dejarlo cada noche en su cuna después de hacerlo dormir. Se quedaba parado a su lado hasta asegurarse que la respiración era normal, que sus sueños eran tranquilos y que estaba lo suficientemente abrigado. Y a la mañana siguiente, antes de ir a trabajar, lo levantaba en brazos y lo miraba sonreír. Las manitos estiradas balbuceando las primeras sílabas entre las que se mezclaba algún pa que lo llenaba de ansiedad. Quería desesperadamente ser llamado papá. Y después de besarlos a los dos salía a trabajar extrañándolos incluso con dolor.
— Tengo que hacer las curaciones
— Si — dijo con sequedad — ¿Sigue todo igual?
— Si
— Es terrible la naturaleza humana ¿no?. A nadie parece importarle la violencia, ni la explicita ni esa que se esconde en el hambre y la marginación. Anoche tuve un sueño muy raro.
— Parece ser que todos tuvimos sueños extraños anoche. Algo me dice que viene un cambio en camino.
— Ojalá. Quiero que esto se termine de una buena vez.
Y entonces se sintió mal repentinamente. Las entrañas se le revolvieron antes de que su cerebro procesara la información que le enviaban los sentidos. El ruido de metralla se acercaba ostensiblemente.
—¡Prepárense, ahí vienen! ¡Son ellos o ustedes! — Gritó de golpe el Capitán
Y entonces él volvió a cerrar los ojos.



LMG

2 comentarios:

Frank dijo...

Si, no fue un buen puntapié; estoy de acuerdo. Intente terminarlo, y quizá me exijo demasiado, y la historia se empieza a enredar, y honestamente, carezco del tiempo suficiente. Si el inicio hubiera sido de alguna otra persona, estoy seguro que lo hubiera terminado sin quemazones de cabeza, pero al haberlo dado yo, quise…, no se.
La idea era la de hacer algo diferente como bien dijiste. No buscaba ser poético, ni profundo. Solo una iniciativa distinta. Mi historia la escribí. Continuaba con el relato desde la otra parte (los que venían corriendo). Luego contaba porque los corrían y a que se debía que los demás estuvieran atrincherados. Y resulta que el primer personaje que aparece, y otro del pelotón que los perseguía eran hermanos. Explicaba rápidamente porque peleaban en bandos separados…. Al parecer era en Uruguay y había habido una revolución… Me fui al carajo, y la dejé por esa.

Mismo que me cansé, perdón, tengo que hacer algo con mi desgano, o quizá, con lo fácil que me desmotivo.
Yo se que no es serio, pero por eso estamos acá, al menos yo, porque no es serio y es una actividad que puedo hacer cuando dispongo de tiempo; que no es mucho, y cada vez menos.
Mi intención es la de seguir participando y hacer que mas personas lo hagan. De hecho tenía la promesa de que tres personas más iban a hacerlo.

Cuando vi el primer día el blog y el tiempo de una semana para escribir pensé que era mucho, ahora creo lo contrario. Me parece poco tiempo.
Un abrazo Alejandro

Frank dijo...

Yo denuevo. no queria hacer algo bélico, si bien el principio era lo que insinuaba, la idea era la de mostrar como los ideales puden separar a las personas y hacer que dos hermanos se maten por ideas inventadas por otros...
En fin, no me disculpo mas y acá sigo.